Más allá del jengibre: 8 alimentos para combatir la inflamación de forma natural

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La inflamación tiene mala reputación, pero es un proceso corporal natural. Cuando la inflamación se vuelve crónica (a largo plazo y descontrolada) surgen los problemas. La inflamación crónica está relacionada con importantes problemas de salud como enfermedades cardíacas, diabetes, artritis e incluso cáncer. ¿La buena noticia? La dieta juega un papel muy importante en el control de la inflamación. Si bien el jengibre es popular por sus propiedades antiinflamatorias, muchos otros alimentos pueden ayudar a controlar la inflamación. Aquí hay ocho de ellos, respaldados por la ciencia.

Pescado graso: potenciadores de omega-3

Los pescados grasos (salmón, caballa, sardinas y anchoas) son ricos en ácidos grasos omega-3 (EPA y DHA). Éstas no son sólo palabras de moda; reducen activamente la inflamación, beneficiando la salud del corazón, la función cerebral y la movilidad de las articulaciones.

Bayas: Ricas en antioxidantes

Las bayas como los arándanos, las fresas y las moras están repletas de antocianinas, poderosos antioxidantes que protegen las células del daño. También ofrecen fibra y otros flavonoides que favorecen la reducción general de la inflamación.

Cerezas: una dulce solución

Al igual que las bayas, las cerezas proporcionan antocianinas, flavonoides y fibra. Son una manera sabrosa de combatir la inflamación.

Cúrcuma: la ventaja de la curcumina

Cúrcuma contiene curcumina, un potente compuesto antiinflamatorio. La curcumina favorece la salud de las articulaciones, el hígado y el cerebro. Para maximizar la absorción, combine la cúrcuma con pimienta negra.

Verduras de hoja verde: escudo de quercetina

Las verduras de hojas verdes (espinacas, col rizada, lechuga, rúcula) aportan quercetina, un flavonoide que protege las células del daño. También contienen vitaminas C, E y K, junto con fibra y carotenoides, potenciando sus efectos antiinflamatorios.

Aceite de oliva: el papel de las grasas monoinsaturadas

El aceite de oliva, especialmente el virgen extra, es rico en grasas monoinsaturadas y polifenoles como el oleocantal. Estos compuestos ayudan a protegerse de las moléculas que causan inflamación y apoyan la salud del corazón, el metabolismo y el cerebro.

Té verde: EGCG y catequinas

El té verde contiene EGCG y catequinas, compuestos relacionados con la reducción de la inflamación, la mejora del metabolismo e incluso la protección contra el cáncer.

Vegetales crucíferos: el impacto del sulforafano

Las verduras crucíferas (brócoli, coliflor, coles de Bruselas) aportan sulforafano, glucosinolatos y fibra. El sulforafano neutraliza los radicales libres, mientras que la fibra favorece la salud intestinal, otro factor clave para controlar la inflamación.

Por qué es importante la inflamación

La inflamación no siempre es el enemigo. Es una respuesta natural a una lesión o infección. El problema surge cuando se vuelve crónico. La inflamación prolongada daña los tejidos y aumenta el riesgo de enfermedades graves.

El panorama general: alimentación holística

La clave no es sólo agregar estos alimentos a su dieta; se trata de adoptar un patrón de alimentación antiinflamatorio general. Concéntrese en un enfoque equilibrado de alimentos integrales en lugar de fijarse en porciones específicas.